¿Alguna vez has pensado lo que sería de un bote sin ancla?
El ancla es una de las tantas cosas que nos dejaron los griegos -junto con el mapa y el termómetro-. Es un objeto y a su vez un mecanismo sencillo, que permite fijar una embarcación en un punto sin tener que preocuparse de las corrientes que podrían moverla. Al final, estamos hablando de un sistema de seguridad que deben tener todos los botes que quieren mantener su posición independientemente de las condiciones.
Ahora imaginemos que nosotros somos el bote y que la marea y el viento son las distracciones: el correo, las notificaciones del celular, las personas a nuestro alrededor. Aún cuando sabemos que nuestra atención (el bote) debe permanecer enfocada en una sola actividad, las distracciones (la marea y el viento) quieren que no lo hagamos e intentan de todas las formas posibles sacarnos, movernos hacia otras actividades como revisar redes sociales o chatear.
Es por eso que nosotros y nuestra atención también necesitamos de ese mecanismo de seguridad. Necesitamos de un ancla. Algo que nos traiga de vuelta en caso de empezar a deambular.
Así que te damos 6 recomendaciones para no dejarte distraer usando un ancla:
- Clarifica tus objetivos. Es inútil establecer un ancla si antes no defines claramente los objetivos que quieres alcanzar. Un objetivo bien definido, por si solo, te mostrará el camino para alcanzarlo.
- Divide tus objetivos en actividades. Las actividades serán ese camino lógico que te permitirá alcanzar el objetivo. La suma de las actividades es el logro buscado. Recuerda priorizarlas y estimar el tiempo que te llevará cumplirlas.
- Programa las actividades en tu agenda. La agenda es una herramienta que todos tenemos. Úsala para tener claridad de cómo utilizar tu tiempo para completar las actividades pendientes.
- Desactiva notificaciones. Al ancla hay que ayudarle. Si estás trabajando en una actividad primordial o si estás en una videoconferencia, desactiva las notificaciones de tu computadora y tu teléfono. Esto ayudará a mantener tu atención.
- Ten claro el Para Qué. Un objetivo es comúnmente Qué queremos lograr. ¿Pero tenemos claro el para qué? La respuesta a esa pregunta es el combustible para llegar a la meta. Por ejemplo: el “para qué” de escribir este artículo está relacionado con seguir ayudando a las personas a mejorar su eficiencia y por lo tanto lograr armonía. Cada vez que pienso en ello, mi foco se refuerza a través de ese significado.
- Lanza el ancla. Si tu objetivo es escribir un artículo o terminar una presentación, pega un post-it en un lugar visible con una palabra, una frase o un dibujo relacionado al objetivo y a su motivación. Al momento de empezar la distracción, dirige tu mirada al ancla y ésta te ayudará a recobrar el rumbo y continuar con la actividad hasta terminarla o hasta llegar a la meta propuesta.
Es importante tener una sola ancla por actividad e irlas intercambiando a medida que cambias tu foco. No queremos que diferentes anclas tengan un efecto adverso para la técnica.
Recuerda que la mejor fuente de conocimiento es la experimentación, así que vale la pena intentarlo. Si te funciona habrás encontrado una manera de manejar mejor tu atención y hacerle el quite a las distracciones.
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Mauricio Vargas
Enfócate y Logra Más
1 Comentarios
Tamma Hunt Marcell julio 31, 2020
Disfruté leyendo tu artículoi. Tamma Hunt Marcell
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